sábado, 17 de diciembre de 2011

Los locos del corral

Hoy es un post algo diferente,  es un cuento que escribí hace un tiempo  y es la primera vez que presento un escrito al mundo , gracias a todos los que dediquen un tiempo a leerlo. 



Los locos del corral

    Detesto ¡OH! como detesto el gallo en la mañana, sentirlo inflar su pecho y ese “canto” lo digo entre comillas por que más parece alguien ahogándose, peor!! ...cuando compite con el otro, te aseguro que no volverás a dormir  esa mañana. más no se quien invento eso de que los gallos cantan al amanecer, pues a estos les pones la luz y ya, a veces ni eso, pueden estar “cantando” tanto a las tres de la tarde como a las tres de la madrugada , sin embargo los admiro en cierta forma en su acto ,al poner toda su alma vomitándola en un sonido que desgarra .
   Pero no solo ellos están locos las gallinas hasta quizá los superan, ya que ellas emiten una gama de sonidos  extraños que parecieran  no ser lo que son, en las noches respetan turnos para cacarear a mi me parece que traman algo, añado su caminar,  sus peinados, ese raro mirar de lado, su quietud tan tonta y como olvidar cuando ponen huevos imaginarios, es tan gracioso siempre engañan a mi abuelo cocococ-cocococ entra al gallinero al nido, nada! (De seguro que se burlan entre ellas) . Bueno y lo que desborda esta locura es ese instinto medio carnívoro asesino, discriminador que tienen debe ser porque vienen de los dinosaurios pensaba el otro día, es increíble que si una presenta una leve herida, la ataquen de una manera tal que ni imagino el sufrimiento, picoteo tras picoteo, en el lugar de la pequeña herida que terminan matándola, claro al menos que mi abuelo la encuentre antes y la maté…al final todas mueren, vivir para  un solo fin, que pena me da. 
    Es por eso que no puedo comerlas, a mi familia les aflige no más que un segundo, luego las devoran  a mil gustos, ya sea en cazuela, en asado o en guisado, ni las patas les quedan a las pobres. El otro día ocurrió algo terrible  era tanto el canibalismo entre ellas  que todos los días regresaba una a la tierra, por lo que mi abuelo cometió algo horroroso, nunca estuvieron tan silenciosas, creo que hasta extrañe sus ruidos.
    No quise verlas hasta por lo menos una semana después de lo cometido, ¿Quién tiene el derecho de arrebatar un trozo físico de ti? Nadie, más que la propia naturaleza. Pero bueno son las tres de la madrugada me  ha despertado el gallo y acá me encuentro escribiendo, no me ha dejado conciliar mi sueño  y de tanta palabra, dejé al odio, pase a la rabia, ahora mi alma ya esta calmada, llego la pena, pase al cariño, creo que jamás quedaran a mi olvido gallina, gallo, gallillo déjenme dormir solo eso pido.




3 comentarios:

  1. TT_TT por lo menos viven en un gallinero y no en una fabrica que están en cubos que solo pueden comer y las hacen crecer a la fuerza u.u

    Yo tube una gallina de mascota jamás me la comí y.y

    Linda historia xD

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  2. Yo tengo dos gallos al lado de casa, y es verdad que cantan a cualquier hora!! jaja

    Suerte esta noche!

    besitooooos!!

    http://rosapocacosa.blogspot.com/

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  3. Hola amiga, es muy interesante tú cuento, mi enhorabuena. Te animo a seguir escribiendo, seguro que vale la pena leerté. Un beso

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